Parecia una suerte que sus vidas coincidieran despues de la separación un año atrás. Ahora ambos en una ciudad que les era totalmente ajena.Por un momento él, él que es tan esceptico, llegó a creer en el destino.
No era solamente estar en la misma ciudad, era caer a tres calles de diferencia de un mapa tan grande que en cualquier otra parte del mundo recorrerlo en línea recta y con un lapiz llevaria más tiempo que toda una provincia en bus.
Se llamaron dos o tres veces, via telefono celular (aun no se si la comunicación moderna sirve para separarnos o para unirnos); decia que se llaman, mejor diré que él la llama, cualquier pretexto por más cliché es bueno, pedirle un libro. Ella sale siempre tarde del trabajo... algún día se ven , se entregan miradas, ella de regaño, él de regañado... cínico, abrazos, él da abrazos, ella recibe abrazos... se entregan el libro, cenan, cenan los tres, él , ella y la amiga compañera de cuarto de ella..... algunas cosas cambian, otras no, ella recuerda que a él le encanta la canela, él olvida como siempre su lesión que le impide correr, él le sirve agua, ella tiene frio , (sabes manejar? se hizo de noche), ellos dicen palabras sin sentido que Sabines conocia, algunas cosas no cambian, otras cambian....... él se despide despues de cenar , ellas se besan mientras él se va.....
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2 comentarios:
a veces los cambios se salen nuestro alcance de nuestra incomprensión, pero siempre estaremos en cambio lo percibamos o no ;)
Nada cambia Vico, todos estamos atrapados entre dos cristales, perpetuamente corriendo en círculos, todo es una ilusión: el tiempo es una chingadera cruel, nada cambia amigo... pueden ser tres calles o tres mil, siempre hay muchos Vicos en muchos momentos diferentes. Siempre estamos en todos lados, en todos los momentos.
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